Te contaré sobre el ocaso y la nada, aquella oscura espiral que nunca termina de cerrarse, engullendote! haciéndote más pequeño a medida que avanzas en caída libre. De la inmensidad negra vacía, del cerco de dolor que te dobla en dos haciéndote recordar porque estas aquí.
Y si aun así quieres seguir vivo? Mejor será que te marches, chico. No hay nada en esto que tu llamas vida, no cazarás con sus dedos el humo. Mejor duerme y no despiertes, dejando de soñar cada año un poco más, cada día atesorando un suspiro, perdiendo una alegría.
Marchito campo de amapolas y el largo paseo al anochecer. El viento susurrando sobre la sombra de las montañas que esconden las estrellas y la luna. Y tu en medio de esa oscuridad, un punto sin brillo, agazapado y tiritando a punto de desfallecer.
Hay otra historia también, pero esa tendrás que descubrirla por ti mismo