Dibujo con tizas de colores tu olor en el viento. Cuando llueve todo se va por la alcantarilla, tu azur y tu terracota. Cocino en una casa amiga el sabor de tu tierra, pero no se si eso se fríe o se hierve, tu te ríes y tus manos son guías de las mías, y tu boca lejanía susurrante.
Premonizas la agonía, te ríes y se va el hastío, no volveré a lavarme esas manos, no las volveré a utilizar más que ara recordarte en el aire y jugar a vestir y desvestir tu sombra.
Compartes con migo una manzana de colores pasteles, yo pongo en tu tabaco el olvido. Ahora en Casablanca y ahora en Buenos Aires. Tu pal sur y yo del otro lado, dejando el sol coqueto mirarse en el agua salada.
el peso del calor del dedo entra por las orejas. está conseguido, amigo mío.
ResponderEliminar