domingo, 29 de marzo de 2009

Algodón.


Te llevo admirando horas, he dilatado los minutos para que tus giros sean tan magníficos como los de las montañas, de la majestuosidad que te mereces. Siglos deberían pasar para que toda la humanidad pueda verte en todo tu esplendor.
Los abuelos contaran, frente a las chimeneas a la sangre de su sangre, la primera vez que tocaron el algodón de tu vestido.
Tus piernas serían como Jerusalén, donde todo nace y todo va a morir. Y daría yo mi vida por besar ese algodón que te envuelve, pero no puedo dejar de toser. Demasiados filtros de cigarro he gastado mirándote. Esos besos no eran para ti, era ese rincón de mi pecho que se inundaba, por el alquitrán de un buque que se hundía. No iba a ningún lado, solo flotaba cerca de tus arrecifes.

Imagen de: http://escupitajo.deviantart.com/art/Vestido-Rojo-II-65639049

2 comentarios:

  1. Me ha encantado iba adar un coco entero pero pienso que pudiste haber cerrado este magnifico texto (a mi gusto) con un golpe mas certero al final. Solo comparto un pensamiento, pero realmente me parece uno de tus mejores textos.

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  2. Ya te dije lo que pienso de este texto... Y cuanto más lo leo, más escalofríos :S

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Mensaje en botella