martes, 10 de marzo de 2009

Una cazuela de Rock



Después de varios devaneos por la vida, ya va siendo hora de que vosotros, oh, humildes lectores, podáis disfrutar de algunas letrillas que saciarán vuestro apetito ávido de emociones fuertes (o no tan fuertes...).

El poeta enamorado y,
a veces dolido,
nota el mundo
frágil a su paso

Rozando sus manos
percibe esa extraña
sensación
que lleva devanándolo
hace tiempo

Rehuye, con sarcasmo,
de aquello que más
le gusta: sentir otro yo
compartido, en su interior.

¿Más? Más...

Lo encontré, una noche
en una roja parada
de autobús

Quedo mirada al infinito
o a tristes sombras
que desaparecían en
la ausencia de luz

Quise absorverlo de
su atención a la nada
Me miró y sonrió

¡Curioso muchacho
de mente viperina!

Acabo ya, con una pequeña declaración de intenciones...

Bajo el semblante
de una calavera
concentro saberes
-odio concentrar saberes-


Nos vemos en los bares.

3 comentarios:

  1. Sabrosa carne expone esta carniceria de letras. Joyas del bistec son estas ultimas que leo publicadas. Mucha sangre suya en ellas. Mucha emocion en esa sangre.

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  2. MooooOoooLaaaaaaAaaaaa! :D
    (noto palpitar a mi orgullo!!!)

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Mensaje en botella