martes, 3 de febrero de 2009

"Las polillas" - Acto 2, escena 1



Acto II
Escena I.
- ¡Camarero! Un café por favor
- Ya va.
Se rebusca los bolsillos de la chaqueta, tantea delicadamente: un paquete de tabaco de liar vacío, papel de liar, un puñado de filtros para cigarros, una pluma, un mechero, un reloj, un par de billetes de autobús caducados, un tiquet del cine y nada de dinero.
El café aterriza de manera acrobática sobre la mesa, caen un par se sobres de azúcar y la cuenta; un euro y medio.
“Calma amigo, tu eres artista, algo se te tiene que ocurrir. La gente paga solo por oírte hablar, que es un euro comparado con tu elevada dialéctica. Seguro que con decir un par de frases ya te invitan a comer y a acostarte con su hija”
- Caballero, las bebidas se abonan en el acto
-¿Abonar? No tengo ganas, pero gracias. Es que vera, mi dieta últimamente es pobre en fibra y…
Un mal comienzo, chiste fácil y un mal aterrizaje sobre la acera mojada.
- ¡Patán! No sabes quien soy, publicare una novela, y ridiculizare este bar, y a ti. ¡Ja! Si, eso pienso hacer.
- Ya estas otra vez liado eh Ruso.
- ¡Alberto! Que sorpresa y que dicha de verte. Por favor amigo, entra ahí y diles quien soy a esos energúmenos.
-Levántate, anda, que hemos quedado.
- No puede ser, mi dignidad como artista queda en entredicho.
- Ruso, no puedes ir por ahí con el bolsillo vació pretendiendo que te inviten, venga levántate que te estas empapando.
Se van alejando del café a paso pesado, tambaleantes y excéntricos, hacia el estudio de Borja.

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